Las últimas salas del Museo de Arte están dedicadas a los movimientos artísticos de principios del siglo XX en Cataluña, sintetizados en un conjunto de obras adscritas al modernismo y el novecentismo, de diversas procedencias. El modernismo, nacido en las últimas décadas del siglo XIX, y el novecentismo, ya consolidado entorno a 1906, fueron fruto de la voluntad, presente en esos años, de modernizar Cataluña en un sentido amplio, tanto desde el punto de vista cultural como político.
Como movimiento idealista, el modernismo, que reunió gran parte de la estética simbolista y romántica, proponía una renovación estética que acercase el arte a la modernidad. Se trataba de recrear la naturaleza en lugar de copiarla, de reelaborar la historia, en vez de solo reproducirla. Uno de sus máximos exponentes fue Santiago Rusiñol, de quien pueden admirarse los óleos Entrada al cementerio de Sóller por la noche y Gerona. Rusiñol estuvo varias veces en tierras gerundenses y en su capital, siempre en contacto con artistas y creadores activos en la época.
El novecentismo nació como oposición a este arte modernista, tan poco sistematizado. Fue un movimiento cultural de alcance político antes que un estilo artístico, que aspiraba a la construcción de un nuevo país. La recuperación del clasicismo y de los valores culturales del mediterranismo, son sus rasgos más definitorios. En Gerona, un foco novecentista tomó cuerpo en torno a la entidad Athenea (1913-1917), centro de actividades artísticas y culturales. De este período son las obras El Oñar en Gerona, de Mela Mutermilch; Noche de luna en Gerona, del escritor y pintor Prudenci Bertrana; Escalinata de San Martín, de Josep Aguilera y la célebre escultura Cabeza de mujer, de Fidel Aguilar.
Si bien la museografía del Museo llega hasta la década de 1930, el fondo de arte que custodia reúne una colección de cerca de 1.400 obras, que van desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, la mayoría en depósito.
Una buena parte de estas obras proceden de las muestras de arte y la bienal de arte organizadas por la Diputación de Gerona. A estos fondos se suman otros conjuntos de interés: 33 obras del fondo Riera, depósito de la Generalitat de Catalunya; el fondo Prudenci Bertrana, depósito de la Diputación de Gerona; el fondo de Jaume Faixó o los fondos procedentes de la Fundación Colomer, que cuenta con cerca de 350 obras del artista.
Otro conjunto destacado son los fondos de grabados de la editorial Polígrafa, en depósito del Ministerio de Cultura. Son un total de 244 grabados, entre los que destacan por volumen los de Joan Ponç y los de Joan Brossa, aunque también los hay de otros autores como Baselitz, Alechinsky, Appel, Corneille, Lam y Christo, representantes de las corrientes artísticas europeas de la segunda mitad del siglo XX.
En 2011 se les sumó el fondo de arte del periódico Avui, adquirido por la Generalitat de Catalunya y depositado en el Museo de Arte de Gerona. Contiene un total de 597 obras de artistas como Tàpies, Miró, Alfaro, Bartolozzi o Guinovart, entre otros nombres destacados del arte catalán del siglo XX.